martes, 24 de noviembre de 2020

Marosa Di Giorgio - Tres poemas

 

Marosa Di Giorgio 


9

Anoche, vi otra vez, la cómoda, la más antigua, la de las bodas de mi abuela y la juventud de mi madre y de sus hermanas, la de mi niñez: allí estaba con su alto espejo, sus canastas de rosas de papel.             Y vino la periquilla blanca -casi una paloma- desde los árboles, a comer arroz en mis manos. La sentí tan bien que iba a besarla. Pero, entonces, todo llameó y se fue. Dios tiene sus cosas bien guardadas. 

13

Ellos tenían siempre la cosecha más roja, la uva más centelleante. A veces, al mediodía, cuando el sol embriaga, -si no, nunca nos atreviéramos- mi madre y yo, tomadas de la mano, íbamos por los senderos de la huerta, hasta pasar la línea casi invisible, hasta la vid de los monjes. La uva erguía bien alto su farol de granos; cada grano era como un rubí sin facetas con una centella dentro. Ellos estaban aquí y allá con las sayas negras o rojas, y parecían escudriñar diminutas estampillas, grandes láminas, o meditar profundamente sobre el Santo de esos lugares. A nuestro rumor alguno dirigía hasta nosotras la mirada como una flecha de oro o de plata. Y nosotras huíamos sin volvernos, temblando bajo el inmenso sol. 


25

No hay más bello canto que el de los perros en lo hondo de la noche. Me hace girar el tiempo; me vuelve la vieja casa. Estoy de pie al lado de mamá. No sé de dónde vengo, ni a dónde voy, ni me lo pregunto, tampoco. Recién salgo de la tierra, soy una papa esplendorosa y triste, que de pronto, se cubre de alas, ramos de pimpollos, cabello largo; hablo con mamá, le pido un plato, un saco; viene papá, e cuenta cuentos; pasan la luna, los murciélagos, vuelan las liebres arriba del arvejal; pasan los peones, los ladrones, fuman, cambian pequeños gritos raros. Vecinos de las más lejanas chacras, acuden a casa, cruzan las habitaciones; pero, cambiados por bichos, parecen murciélagos, ratones, nos comen todos los vestidos, los papeles, nos espían, nos escuchan; luego, se van.                                                                          Cantan los perros en lo hondo de la noche,                                                                                                                                                                      adentro de la eternidad. 


De "Los papeles salvajes" (2013)


Marosa Di Giorgio (1932-2004) fue una poeta uruguaya. Entre su obra poética podemos encontrar; Druida (1959), Historial de las violetas (1965), Magnolia (1968), La guerra de los huertos (1971), La liebre de marzo (1981), La falena (1987), Camino de las pedrerías (1997), Rosa mística (2010), entre otros. 

  



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