Laura García del Castaño |
El tiburón que viene tras tu bello pie
la pitón que regurgita un perro grande hermosoel gato que duerme a los piesel pájaro que pende sin sol para erguirseesperan porvenirLos leones a cada lado en la entrada del sueñoLa peruana que estira el pimiento cuando pasasel muro de los diquesespera porveniry es un tiburón que viene tras tu bello pielo rojo afligidolo rojo ausenteel vivo que levanta una pared hasta el odioel muerto que bebe de tu vida transparente y frescael mesías que eliges para el desiertoes porvenirMientras tanto reímos camino al cementerioen medio de la confabulación reímosante los remos pasados de la compasiónsangrando la cara al sola falta de tartamudez y marca pasoreímosmirando cortos de torture porninjertando cactus anaranjados y exóticosreímos(enjuagando puñaleshasta desfallecerCuando al fin el porvenir llegaestamos desorientados y exhaustosintoxicados de la alergia y el pánicopicoteando en la jaula la caliza del mutismocalcando sobre la mesa el dibujo de un corderoese antiguo disfrazsu vigente engaño
Así ha sido toda la vida
así es ahoraun día arrojado para voltear a un hombrey a ti sólo para despeinarteLuces un espléndido rasguño sobre el rostroOtro luce un corazón de hierroUna bondad ortopédicaun tubo de oxígeno,un ojo de vidrio, la calvicie de una pesteel áspero talón de quien anda por el monteel cayo de la músicael titilar de un párpado vencido por la máquina febrilla espalda tirante de cargar lo contrarioo tan sólo el moretónque descubres vistiéndotey cuyo golpe desconocesPero hay quienes no lucen nadaNi curvatura en la sombrani polvo entre los dientesni cabellos que se parten al mínimo roce.Ellos exprimen la fruta sin volcar una gotaHacen el amor ciñendo los cuerposExigen castigo con la mano del delitoAndan pálidos, súbitos, a sangre fríaSin prender ningún fuego, sin sonidos de motor, sin sudor,muertos de quietud, de escepticismo.
De "Sangre del día" (2018)
El sabor de lo deshecho
ahora que vacilamoscomo dos trozos de madera en el marel oleaje nos distanciaa una medida en la que podemos sentirla resignaciónuna fuerza de tempestad mayora nosotros mismosla respiración del destinoque nos quiebraalgo insiste entre nosotrosy con esa ansiedadalimenta este muertoporque lo perecedero se impregna mejoren el vacíolo sabemos nosotros y ese perro callejeroque desgarrael sabor de lo deshecho
No laves tu herida
Yo también soy zahoríde la estirpe que buscaen las plumas del pájaro la levedad del agua.Mar Benegasmejor háztela lamer por una perra en celoháztela calcar y luego arroja el dibujoel agua es conductor de lo que vuelvetiene memoria de elefantejamás se irá con ella, no se irátendrá la apariencia de lo que sigue brillandoun hámster hospedando al loboatacando a quien lo domesticaporque el agua parece domésticatiene la paz del raro que no auxiliael espejo donde todo animalse enfrenta y se reconciliapor eso háztela lamer por una perra en celoháztela calcar y luego arroja el dibujono conviertas tu herida en un tatuajeno le escribas ni la rayesno taches en ella los días del ausenteno la laves, no la interroguesno te conviertas en tu heridacántale, bien fuerte, como una zahoríponle una lámparala luz de la escrituracaliéntala para que abrace el silenciolo que se va con el agua regresa en otra sedy es como un insecto cuando rugey no mienteque viene por tu sangre
De "Los demonios del mar" (2015)
Discovery Channel
Hoy tomé el téMiré crecer la mañanadesovillé sus filamentos más profundosCambié la tierra del potusguardé su raíz en una bolsaMe bañé despaciorepasando las marcas de una vieja insolaciónSintonicé en la radio a Billie Holidaypero se mezclaba con los salmos de una iglesia¿Cuántas veces dijiste de cambiar la antena por otra de cobre?Te hice de comerpensando en algo que no le cayera mal a tu estómagoesa bestia vacía, indiferenteSeparé el coliflorcomo se separa Fiyi en islotes pequeñosComimos despacio como digiriendo un dialectouna fruta tardíaCuanto más rápido el proyectil más resistencia encuentradijeron ayer en el DiscoveryHablaron de las flechas, de las balas y del cubo de arenaLuego del derrumbe de un edificio en Bangladeshme arrancó toda la tardeEl tele que me regalasteme obliga a pensar demasiadoViste cómo para cada ser las cosas cambiancómo en Bangladesh el aire es un derrumbepara los peces un puñaly para mí esta pantalla diferida, inteligentePor eso he comenzado a pensar en vosen el derrumbe sincronizadoen la incapacidad de las balas para traspasar cubos de arenaen cómo separar lo tardío en islotes pequeñosy en ese pez que se saca fuera del aguapara dejarlo allía merced del polvo.
De "El sueño de Sara Singer" (2014)
Laura García del Castaño, nació en Córdoba en 1979. Ha publicado ocho libros de poesía de los cuales rescata la mitad: El Grito (2004), La vida en que sueñas (2012), El animal no domesticado (2014), El sueño de Sara Singer (2014, reeditado en 2017), Los demonios del mar (2015) y Sangre del día (2018). Publica en el blog: www.lapalabrasembrada.blogspot.com
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