Eduardo Mileo |
Paisaje de consuelos tontos
En el horizonte de sus pensamientosel sin trabajo espera una seña.Sabe que no araña la razón de su vidacon esos circunloquios efímerosesas ausencias de lógica que sontraducciones de una ausencia de comida.Observa con atención alguna cosaque no requiera demasiada atencióny vuelve a caminarrecorretoda esa pobrezaclasificada.Cree el sin trabajoque sus lagunas mentales son transitoriasporque algo sabrá conseguirmás allá de los laurelesque todos supimos y nuncafueron eternos.
Paisaje de la calle odontológica
La calle es un dolor de muelas.Fuera de sídesubicado en la estridencia del martillocanta para que adentrollueva y le mojeel dolor.¿Toda agua es cantante de sí misma?¿Qué liquida vozen la ondulantemarina red halla su muerte?¿Qué canto funeral la desintegrala ahogadesanima su paciencia?Toda voz desea su silencio.Pero la calle desilusiona:el mismo siempre dolor de muelas.Si al menos un contrastele devolviera el color.Él canta con todala voz que le es posible.Mas canta para adentro:no se le oye la fe.¿El agua es un modo de religión?Ninguna fe sin herejes es confiable.Todo dolor inventa su anestesia.
De "Los paisajes"
("Poemas del sin trabajo" Ediciones en Danza, 2007)
Sueño con plomero
El agua sordao abierta en estampidaes una astuta presa:parece que esperarauna señal del cielomas lanza la primerade las piedras.Es un diamante solocontinuo y luminoso;cabalga en su manadade transparentes crines.Un liquido sagaz,precoz y asaz,una amenaza cierta,derramada, lúdica.Aplicando las artesdel mester de plomeríaprocura minimizarlos rítmicos desordenes.Sus herramientas son Dios,el soplete y el plomo,alguna que otra llave de abrirlos purgatorios.El agua está al acechocomo animal temido.Él cierra las ventanaspara evitar el viento.Se presiente el combateentre el bárbaro y Roma.Alza el fajo de estopacomo tosca banderay con toda su cienciabusca el ojode la pérdida.
Sueño con albañil
No sabe si los ojosdespertarán el olvidooscuros como sonamenazados.Caminará con las manoscerca del cielopor el andamio mirarálas mariposas.No habrá que darle su raciónsi no la busca.Trabajará sin distracciónsin acechanzas.Desde el andamio orinaráalcohol de olvidopara aclarar las alturas.A media noche viajaráde la pared al cordóny del cordón a la nada.
De "Los oficios"
("Poemas del sin trabajo", Ediciones en Danza, 2007)
El olor de la parrilla vacía
El trabajo ha cesado.
El músculo duerme.Si la ambición descansarahabría un horizonte.Pero nada:estado de coma.Sedimentosen el lecho de un ríoque se niega a pasar.Un pájaro canta en una rama.El árbol ha florecidoy le ofrece abrigo y alegría.El gorjeo es clarocomo la mañana.Pero pronto cesa.El pájaro escapa.El árbol, vacío de corcheas,es generoso, sin embargo, en flores.El sin trabajo mira la escenabajo el toldo de aluminiode una carnicería.La vida huele a sangre -piensa-y está hecha de olvido.
De "El sin trabajo"
("Poemas del sin trabajo", Ediciones en Danza , 2007)
Eduardo Mileo nació en Buenos Aires en 1953. En su obra poética podemos encontrar: Quítame estas cruces (1982), Tiendas de campaña (1985), Dos épicas (con Alberto Muñoz, 1987), Puerto depuesto (1987), Mujeres (1989), Misa negra (con Alberto Muñoz, 1992), Poema del amor triste (2001), Poemas sin libro (1º premio del Fondo Nacional de las Artes 2001, editado en el año 2002), Muro de lagartos (2004) y Poemas del sin trabajo (2007).
En el 2000 recibió una beca nacional del Fondo Nacional de las Artes. Fue miembro del consejo editorial de la revista de poesía La Danza del Ratón hasta su último número, aparecido en 2001.
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