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María Malusardi
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uno sabe que no puede convertirse en nada descabellado al viento cuando dialoga con un pescador uno sabe que el mar es silencio y rebeldía en la inacción uno sabe que perderse en otra piel es desandarse de uno mismo está escrito sellado en la arena
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no hay diálogo con pescadores hay un vacío de hilos metálicos resonando al viento hay peces como violoncellos nerviosos hay úteros puro desparramo la orilla he parido medusas desangrado la última marea descanso ahora en el soliloquio del pájaro te presiento en su descripción
De "Dialogo con pescadores" (2007)
intento a través de una imagen fallida regresar a la infancia y encontrarte mi hermano uno y esperarte mi hermano otro y en el suero que nos cuelga y nos sostiene inyectarnos el dulzor de la manzana sabernos ajenos estrangulados dormidos triunfantes sordos como animales duermen su lado oscuro hasta que el dolor nos castre
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cada vez que mis hermanos nacen me desentiendo del asunto juego debajo de la mesa con los botones robados a mi abuelo sastre cada vez que mis hermanos mueren trago los botones hasta el silencio del mar
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descoso los bolsillos de mi abuelo sastre para respirar y espío desde el ahogo la familia del futuro que avanza sobre lo más roto de mi claridad
la celda está adornada con hiedras que los paseantes van dejando mientras mi boca rasca la herrumbre chupa cada barrote mi boca imagina el hueso de un cordero busca los restos que alimenten la hiedra cubre el espectáculo embellece los paseantes balbucean nunca versos de martí sino improperios que enarbolan alzan mi destino
De "El artista del hambre" (2019)
(ya no pregunto por mi accidente)
flota lo perdido cuando nos besábamos
es región de la nada la boca contra la boca
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mi madre reunida en el adoquín
mi padre enredado en la velocidad de la luz
yo dentro de mi vestido
en el borde de la ruta
en el marco de la ventana
reviso
cuento las edades del rocío
jamás
repartiré mis propios hijos por el mundo
De "El accidente (Mosaico de familia)" (2001)
en cada cuchillo una familia se defiende de sí misma
De "La carta de vermeer" (2002)
La poeta María Malusardi publicó
los libros de poesía artista del hambre
(Ediciones en Danza, 2019), el descenso
de jacqueline du pré y otros poemas (Ediciones en Danza, 2018), el desvío y el daño (Buenos Aires
Poetry, 2017), el sastre (Ediciones
en Danza, 2015), artista del trapecio (Alción,
2014), la música (El suri porfiado,
2013), el orfanato (Alción, 2010), trilogía de la tristeza (Alción, 2009),
museo de postales (El Suri Porfiado, 2008), diálogo con pescadores (Alción,
2007), variaciones en la niebla (Alción, 2005), la carta de vermeer (Alción,
2002) y El accidente (Mascaró, 2001). Obtuvo por el sastre la Mención especial del Premio de Literatura Casa de las
Américas 2015, de Cuba y trilogía de la
tristeza resultó finalista del Concurso Olga Orozco 2009, con un jurado
integrado por Antonio Gamoneda, Gonzalo Rojas, Juan Gelman y Jorge Boccanera;
además fue traducido al francés y editado en 2013 como trilogie de la tristesse (Zinnia Editions), tanto en papel como en
formato e-book.
Recibió la beca del Fondo Nacional de las Artes, en 2018, para
escribir Asamblea permanente. Diálogos
para una hermenéutica, un ensayo sobre la obra y vida del poeta argentino
Alberto Szpunberg, aún en proceso.
Como
docente dicta la materia Taller de Entrevista en la carrera de periodismo en
TEA. Da talleres de lectura y escritura creativa y clínicas de obra. Escribe
en la revista Caras y Caretas y en diversos medios culturales digitales de
América Latina.